jueves, 22 de octubre de 2009




Y sus pestañas se quedaron pegadas &
el rimmel mojado en sus mejillas.
& Esa noche descubrió que su príncipe azul
en realidad desteñía ;
Intentó cerrar viejas heridas besando sapos &
se encerraba en castillos de arena para esconderse de los recuerdos .

Entendio que los príncipes solo estaban en los cuentos de hadas

& que en la realidad solo existían hombres con antojo de ella ( o no ) .

Ella no era Alicia ni tenía conejos que la apurasen;

el tiempo era suyo & aunque existiese
algún colectivo que la llevase al ayer ,
el no la estaría esperando al bajar en la parada.
A ella no la despertarían con un beso como a Blancanieves ,

sino con horarios & rutinas monótonas .
En esta historia no había manzanas envenenadas ;
solo dietas & ataques de ansiedad que la atacaban por
las tardes .
Ese perfume que ayer incendiaba sus sentidos ,

hoy se volvieron venenos para el corazón.

Un veneno con la etiqueta de te extraño .
Un veneno
llamado todavía amor.

3 comentarios:

  1. Ya casi no quedan principes, nos ofrecen ese veneno que se llama amor , que es muy dulce pero que nos hace tanto mal.

    Lo escribiste tú? Lo amee(L)

    besoos:)

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  2. Concuerdo con Cynthia... los principes hace rato que destiñeron... y ese veneno nos va matando a fuego lento por dentro... pero no hay manera de escapar... una siempre tiene la ilusión de que alguna vez el sapo, no se convertirá en ese principe que nos prometieron alguna vez pero que será todo lo que soñamos... ilusa yo, lo sé pero no debemos perder la esperanza... besos chech.

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  3. Bueníssssimo!!! Es necesario descubrir que los príncipes azules destiñen, eso evita muchos disgustos y falsas ilusiones.

    ¿Sabes una cosa? Creo que yo tengo una enorme colección de botellas llenas de ese veneno "con la etiqueta de te extraño"... y todavía, de vez en cuando, tomo un trago. ¡Cuánto nos gusta sufrir!

    Un beso.

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